Alcachofas fritas o chips de alcachofas crujientes
Cocina estas alcachofas fritas o chips de alcachofas crujientes y disfruta con su fantástico sabor y su particular textura crujiente y súper apetecible. En la receta aprenderás a limpiar las alcachofas y después tan solo tienes que cocinarlas bien con aceite hasta conseguir que se doren. Utilízalas para comerlas tal cual a modo de aperitivo y también para coronar platos de todo tipo.
Ingredientes para 4 personas
- Alcachofas frescas, la cantidad que prefieras. Para un aperitivo lo ideal es preparar 2 por persona.
- 1/2 limón para evitar que se oxiden las alcachofas.
- Aceite de oliva virgen extra y sal (yo he utilizado sal en escamas por su toque crujiente pero puedes utilizar la que tengas o prefieras).
Cómo hacer alcachofas fritas o chips de alcachofas crujientes
- Empezamos limpiando las alcachofas. Para ello quita con tus propias manos las hojas más exteriores y duras hasta llegar a esas que están un poquito más amarillas y suaves. Has de saber que siempre tienes que pelar la alcachofa un poco más de lo que te gustaría, ya que suele dar un poco de pena retirar tantas hojas pero es importante que llegues hasta las amarillas.
- Lo ideal es utilizar unas alcachofas de calidad pero si las que estás utilizando tienen en el interior los pelillos un poco duros puedes retirarlos con ayuda de una cucharita de postre.
- Pela (lo ideal es con un pelapatatas) el rabo.
- Por último corta el extremo inferior de la alcachofa.
- Ve poniéndolas en un bol lleno de agua con el zumo de limón para evitar que se oxiden. Eso si, como suelen flotar una parte de la alcachofa puede quedar fuera del agua y oxidarse así que un buen truco para evitarlo es colocar encima un colador o escurridor grande de manera que las alcachofas queden completamente sumergidas en el agua.
- Cuando ya tengas todas las alcachofas limpias ve sacándolas una a una y córtalas en rodajas finas.
- Mientras pon una sartén a fuego medio con aceite de oliva, que casi cubra con una capa muy fina el fondo de la sartén.
- Cuando esté caliente echa las alcachofas y cocínalas por cada lado entre 1 y 2 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Se deben cocinar sin estar unas encima de otras por lo que si vas a cocinar muchas lo ideal es hacerlo en varias tandas y además utilizar una sartén amplia.
- Ve dejándolas en un plato con papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y queden con un puntito crujiente.
- Al servirlas no olvides echarles sal por encima y si es en escamas mejor aún.
Tiempo: 25 minutos
Sirve y degusta
Lo ideal es comer estas alcachofas al momento de prepararlas, aún calientes y sobre todo crujientes ya que conforme pasan los minutos pueden ir ablandándose un poco. Si te sobran no te preocupes, puedes conservarlas en la nevera 2-3 días y después revivirlas con un toque de sartén de nuevo. También puedes congelarlas.
Es una de mis formas preferidas de comer alcachofas ya que la textura es una maravilla, el sabor se mantiene potente y se tarda muy poco tiempo en cocinarlas. Puedes utilizarlas para comerlas así tal cual en forma de aperitivo o incluirlas para coronar platos de todo tipo, desde cremas hasta platos de pasta, ensaladas, tostas o incluso como guarnición de carnes y pescados, siempre quedan de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Esta receta es tan básica que pocas son las variaciones que se pueden hacer. Aún así, a veces por estética prefiero cortar cada alcachofa por la mitad y después cada mitad en rodajas para que tengan menor tamaño.
También puedes aromatizarlas a tu gusto, por ejemplo añadiendo un poco de tomillo seco a la sartén mientras se cocinan o un toque de pimentón dulce cuando ya están servidas en el plato.