Bizcocho de plátano y chocolate con nueces, muy fácil y jugoso
Ingredientes para unmolde rectangular de 24 cm o cuadrado de 22 cm o redondo de 23 cm
- 4 plátanos maduros.
- 65 g de cacao en polvo.
- 1 huevo L.
- 130 g de azúcar moreno.
- 100 g de mantequilla.
- 125 g de harina.
- 50 g de chocolate para postres o chips o pepitas de chocolate.
- 50 g de nueces peladas.
- 1/2 cucharadita de postre de bicarbonato.
- Una pizca muy pequeña de sal.
- 1 cucharadita de postre de canela.
Es para amantes del chocolate y de los brownies, en los que la textura es húmeda en el interior. Aunque no te guste el plátano te diré que apenas no se nota su sabor y al día siguiente de prepararlo es prácticamente imposible detectarlo, por lo que sabe a chocolate y más chocolate, es uno de esos bizcochos muy potentes de sabor, y el plátano lo que aporta sobre todo es jugosidad, incluso aunque pasen días. Además los plátanos maduros son unos excelentes sustitutos de los huevos, y por eso este bizcocho solo lleva un huevo, aunque si te animas puedes sustituirlo por otro plátano más, perfecto para quienes no pueden comer huevos. Se trata sin duda de una receta muy especial y diferente a las que estamos acostumbrados y el resultado es sabroso y muy muy jugoso.
Preparación, cómo hacer la receta de bizcocho de plátano y chocolate
- En un bol grande pon el azúcar y la mantequilla (que deberás dejarla fuera de la nevera al menos media hora antes para que esté blandita y manejable). Bate bien con unas varillas manuales o eléctricas hasta que la mezcla se vuelva cremosa y casi homogénea.
- Pela los plátanos y machácalos con un tenedor o con una batidora hasta que quede una crema lo más homogénea posible.
- Precalienta el horno a 175ºC con calor arriba y abajo y ventilador durante unos 10 minutos mientras terminas la mezcla.
- Incorpora los plátanos y el huevo al bol y bátelo todo bien para que se integren los ingredientes.
- Trocea las nueces en pedacitos pequeños, y si has optado por utilizar chocolate para postres, trocéalo también. Si por el contrario vas a utilizar chips o pepitas de chocolate no tendrás que hacerles nada.
- Añade la harina tamizada, es decir, haciéndola pasar por un colador para que no caiga con grumos ni apelmazamientos. Haz lo mismo con el cacao en polvo y añade también la canela, la sal y el bicarbonato. Vuelve a batirlo todo bien hasta que se mezclen los ingredientes. Debes saber que entre que añades el bicarbonato y metes el bizcocho al horno debe pasar el menor tiempo posible para que su efecto burbujeante se note en el bizcocho, aireándolo.
- Incorpora las nueces y los trocitos de chocolate y vuelve a mezclarlo todo.
- Pinta tu molde con un poco de mantequilla con ayuda de un pincel de cocina, o si lo prefieres fórralo con papel de horno.
- Vierte la mezcla en el molde e introdúcelo en el horno a altura media, con calor arriba y abajo y ventilador. Hornea durante 55-60 minutos o hasta que esté listo. Puedes saberlo si, a partir del minuto 55, haces la prueba del palillo: pincha con un palillo el bizcocho, y si sale sin restos pegados es que está listo. Si no es así, déjalo unos minutos más.
- Apaga el horno, saca el bizcocho y déjalo reposar unos 5 minutos. Al cabo de ese tiempo desmóldalo y déjalo enfriar sobre una rejilla.
Tiempo: 80 minutos
Sirve y degusta
Está riquísimo templado o ya frío, y lo mejor de todo es que se mantendrá jugoso aunque pasen los días. Incluso si consigues que te quede para el día siguiente, verás que está todavía más rico, con los sabores más potentes y asentados.
Corta las porciones de bizcocho en el momento de servirlo, para asegurarte de que se mantiene jugoso y no se reseca. Si te sobra, puedes guardarlo en un recipiente hermético o bolsa cerrada en tu despensa, se mantendrá en perfectas condiciones 3-4 días más.
Variaciones
Puedes sustituir completamente los huevos y preparar un auténtico bizcocho sin huevos. Para ello, añade un plátano más a la mezcla.
Si quieres aromatizarlo de otra forma, puedes sustituir la canela por vainilla, o añadir ralladura de naranja.
Consejos
Cada horno es un mundo, por lo que conviene que vigiles cómo va tu bizcocho mientras se hornea, y hagas la prueba del palillo cuando lleve 55 minutos horneándose. Aún así, si te gusta muy jugoso y que incluso quede un poquito crudo por dentro, mete el palillo y aunque salga un poquito manchado (pero tampoco demasiado!), ya puedes sacar tu bizcocho del horno porque estará listo.