Carne mechada o carne mechá. Receta tradicional andaluza
Ingredientes para 1,5 kg de carne
- 1,5 kg de cabeza de lomo. Puedes comprar también una pieza de unos 2 kg que lleve hueso, y pide en la carnicería que se lo quiten (puedes guardarlo para preparar un caldo casero por ejemplo). Es importante que también les pidas que te la metan en una red o la aten con hilo de bridar, ya que si no tendrás que hacerlo en casa.
- 2-3 cucharadas soperas de manteca de cerdo.
- 1 cebolla.
- 1/2 cabeza de ajos secos.
- 1 cucharada de postre de granos de pimienta negra.
- 3 hojas de laurel.
- 1 cucharada de postre de orégano seco.
- 200 ml de vino blanco.
- 400 ml de agua.
- Sal.
- Para servir, sal gruesa, limón y aceite de oliva virgen extra.
Aprende a preparar esta fantástica receta tradicional andaluza en la que se cocina la carne de cerdo con algunas verduras, hierbas y especias de forma que queda tierna, jugosa y muy sabrosa y sería una especie de fiambre casero. Lo cierto es que, en teoría, una carne mechada es aquella a la que se le introducen, con una aguja de mechar, trozos de trocino u otros ingredientes en su interior, aunque en este caso no es así. Se suele servir fría y cortada en rodajas con un poco de limón, sal gruesa y aceite pero también caliente está buenísima y puede ser la protagonista de un plato principal con patatas (utilizando a modo de salsa el caldo en el que se cocina) o el relleno de un fantástico bocadillo, sándwich o lo que se te ocurra.
Preparación, cómo hacer la receta de carne mechada
- Acuérdate de pedir en la carnicería que metan la carne en una red (y que quede atada por ambos lados) o la aten con hilo de bridar para que al cocinarla se mantenga compacta. También lo puedes hacer tú en casa, en las carnicerías suelen vender las redes y a veces también hilo.
- Si has guardado la carne en la nevera porque por ejemplo la has comprado un día y la vas a cocinar al siguiente, acuérdate de sacarla 2 horas antes a temperatura ambiente para que no esté fría.
- Úntala bien por todos lados con la manteca de cerdo. Puedes hacerlo con un pincel de cocina o con tus propias manos.
- En este caso voy a utilizar mi olla rápida, aunque también puedes utilizar una olla tradicional. Pon la olla a fuego medio y cuando esté caliente coloca la carne en ella y déjala 2 o 3 minutos antes de moverla, con el objetivo de sellarla por todas partes. Es una pieza grande y pesada así que ayúdate con unas pinzas de cocina grandes y alguna paleta robusta para poder moverla.
- Mientras, pela la cebolla y córtala por la mitad y después en trozos, y aplasta un poco los dientes de ajo (sin pelar) con la hoja de un cuchillo o con el mazo de un mortero.
- Cuando la carne ya esté dorada por todos sus lados, sácala a un plato aparte.
- Echa en la olla la cebolla, los ajos, los granos de pimienta negra, las hojas de laurel, el orégano y un poco de sal, y cocínalo todo junto 5 minutos para que las verduras se doren un poco.
- Sube el fuego para que esté fuerte y vierte el vino blanco. Espera 2 o 3 minutos a que se evapore el alcohol, y mientras aprovecha para rascar el fondo de la olla, ese «pegadito» que puede haber quedado de la carne y las verduras va a potenciar el sabor durante la cocción.
- Añade el agua y para cocer la carne tienes dos opciones, la lenta y la rápida (y que conste que ambas quedan igualmente deliciosas, no hay diferencia en cuanto a sabor y resultado final):
- Si utilizas una olla normal, sube el fuego y cuando el caldo empiece a hervir reduce la temperatura a un punto medio-bajo para que se cocine a fuego lento, con la olla tapada, y que cueza un total de 3 horas, dándole la vuelta a la carne cuando lleve la mitad del tiempo.
- Si utilizas una olla rápida (es lo que yo he usado), una vez cerrada y con la válvula levantada o indicando los dos anillos de presión, cocina la carne 25 minutos (dependerá de la marca y tipo de la olla, pero si no es de las antiguas y lleva las dos señales, será este tiempo), y reduce el fuego a la temperatura mínima que permita que la presión se mantenga y estén todo el tiempo las dos anillas rojas visible. Cuando haya transcurrido el tiempo, aparta la olla del fuego y deja que la presión se escape sola poco a poco. Cuando no haya presión, abre la olla.
- Cuando la carne ya esté cocinada ponla en otro recipiente y cuando se haya enfriado envuélvela en papel film o introdúcela en un recipiente con tapadera y déjala reposar en al nevera hasta el día siguiente.
- El caldo de la cocción es un caldo de carne fantástico para utilizar en platos que necesiten caldo, por ejemplo los arroces o los guisos, así que te recomiendo guardarlo en la nevera e incluso congelarlo si aún no sabes en qué utilizarlo. Si has utilizado olla rápida te recomiendo ponerlo a fuego fuerte durante unos 10 minutos para que se evapore parte del líquido y se concentren un poco más los sabores, aunque esto es al gusto.
- Al día siguiente saca la carne de la nevera, retírale la red o el hilo y, con un cuchillo bien afilado, córtala en rodajas. Pueden ser más finas o bien gruesas en función del uso que vayas a darle, a mi para servirlas de aperitivo me gustan bien finitas pero si voy a usarla para un bocadillo las corto un poco más gruesas.
- Ve colocando las lonchas de carne mechá en un plato o sobre tostadas de pan y reparte por encima un poco de sal gruesa. Termina con un chorrito de limón y un poco de aceite de oliva virgen extra.
Tiempo: 1 o 3 horas y media dependiendo de cómo la cuezas, y aparte los tiempos de reposo y enfriado
Sirve y degusta
La carne mechada o carne mechá se suele servir fría, tal cual puesta en rodajas en un plato o sobre tostadas de pan, con su aliño de sal gruesa, limón y aceite de oliva. También puedes calentarla un poco, una vez hecha rodajas, en una sartén o en el microondas para tomarla templada o incluso caliente, a tu gusto.
Recuerda empezar a prepararla el día anterior al que quieres servirla ya que necesita una noche de reposo en la nevera, y después puedes conservarla 3-4 días en la nevera o incluso congelarla. Lo ideal es que la cortes justo antes de consumirla, así que a la hora de congelarla puedes hacerlo en porciones. La carne queda súper tierna y sabrosa, se deshace en la boca, y con un aroma de lo más apetecible gracias a los ingredientes con los que se cocina. El toque del limón, la sal y el aceite le sientan de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes cocinarla con las hierbas y especias que más te gusten, por ejemplo puedes sustituir el laurel por unas ramas de tomillo, romero o ambas, o cambiar la cebolla por puerro.
Si quieres utilizarla para servirla como carne de un plato principal, te recomiendo preparar unas patatas fritas, patatas al horno o patatas cocidas, cortar la carne en rodajas no tan finas y calentarlas un poco, y echarle por encima la salsa resultante de la cocción, es un platazo de 10.
Consejos
Si la carne se te está pegando un poco a la olla en el momento de dorarla o las verduras se queman un poco porque el fuego está más alto de lo que debería, echa un poco de vino blanco y ya verás como todo se desprende de forma muy sencilla.
Es importante que cuentes con un buen cuchillo (incluso uno jamonero puede servirte) para cortar la carne lo más fina posible o como más te guste. A mi me gusta fina pero que no se rompa en exceso.