Cómo hacer leche evaporada casera
Ingredientes para obtener unos 400 g
- 1l de leche.
Preparación, cómo hacer la receta de leche evaporada
- Echa la leche en una olla amplia y ponla a fuego medio.
- Lo que queremos es llegar a un punto justo antes de la ebullición, que haya burbujas pequeñas y empiece a humear pero que no llegue a hervir a borbotones.
- Cuando eso ocurra baja el fuego para que esté a temperatura suave.
- Cocina la leche durante una hora aproximadamente removiéndola de vez en cuando con unas varillas para que no se pegue en el fondo. El resultado que buscamos es que la leche se haya reducido a la mitad (o incluso algo menos, en torno al 60%). Además deberá tener un color un poco más dorado y ya no estará tan líquida sino un poco más espesa.
- Si quieres saber si ya la tienes lista no tienes más que volcarla en otro recipiente y pesarla, si solo quedan entre 400 y 500 g ya la tienes lista.
- De la nata superficial que va quedando por encima no te preocupes ya que después vamos a colarla.
- Cuando esté lista retira la olla del fuego, cuélala con un colador fino y déjala en un recipiente de cristal.
- Espera a que se enfríe la leche evaporada a temperatura ambiente y entonces tapa el recipiente y úsala o bien guárdala en la nevera hasta que vayas a utilizarla.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Una vez lista ya puedes utilizarla en tus recetas y si la has preparado para usarla más adelante no te preocupes, en un recipiente cerrado aguanta en la nevera 4-5 días o incluso alguno más.
Puedes darle usos similares a la nata ya que la leche evaporada se utiliza como «nata para cocinar», con un porcentaje de grasa mucho menor que la nata que se utiliza para montar y para elaboraciones de repostería. Su sabor es suave y con un toque dulce un poco más acentuado y concentrado que la leche, está de auténtico… ¡escándalo!
Consejos
Recuerda remover la leche evaporada de vez en cuando para que no aparezcan grumos ni se pegue al fondo del cazo. La clave realmente es cocinarla a fuego muy suave, aunque se tarde un poco más, para no tener que estar apenas pendiente y conseguir poco a poco que se reduzca su volumen y se concentre el sabor y la textura.