Conoce qué es la polenta y prepara una receta de polenta súper cremosa
Ingredientes para 4 personas
- 120 g de sémola de maíz o polenta instantánea. A veces al comprarla en el propio paquete indica que es polenta o polenta exprés.
- 400 ml de agua.
- 400 ml de leche.
- Sal y pimienta negra recién molida.
La polenta es un alimento a base de sémola de maíz cocida y su origen está en Italia, aunque hoy en día se consume de forma habitual en muchos países de Europa y también en Sudamérica. Para preparar la polenta debemos comprar sémola de maíz, ya sea tal cual o en alguna versión que indique claramente exprés o instantánea, en cuyo caso se prepara de forma mucho más rápida y más abajo en la receta te indico cómo.
La sémola es el granulado algo grueso que se obtiene al moler algunos cereales como el maíz, de hecho cuando se sigue moliendo lo que se obtiene es la harina. Esta sémola de maíz se cocina con líquidos como el agua o la leche o la combinación de ambos y, en este caso, va a dar lugar a una polenta cremosa, muy parecido en apariencia a un puré de patatas pero con el delicioso sabor del maíz. Sin embargo, cambiando la proporción de agua se puede obtener una polenta sólida que después podemos cortar como queramos y hornear, cocinar a la plancha o incluso freír.
Preparación, cómo hacer polenta cremosa
- En una olla vierte el agua y la leche y pon el fuego a temperatura alta.
- Cuando hierva baja el fuego para que esté suave, añade la sémola de maíz y mezcla bien con una cuchara o lengua de cocina.
- Deja que se cocine durante 3 o 4 minutos para que espese bien, removiendo de vez en cuando. El tiempo final lo decidirás en función de la textura que más te guste así que retírala del fuego cuando casi tenga la consistencia que buscas ya que al enfriarse se compactará más. Si utilizas sémola de maíz que no es instantánea o exprés, el tiempo de cocinado será de entre 10 y 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Añade sal y pimienta negra recién molida al gusto.
- Si te vas encontrando grumos puedes aplastarlos contra las paredes de la olla para que se deshagan.
- Cuando ya la tengas lista, pruébala por si hay que rectificarla de sal o pimienta negra.
- Si se ha espesado demasiado puedes añadir un poco más de agua o leche hasta conseguir la textura que buscas. Para hacerlo mantén la olla a fuego suave, añade el líquido y remueve durante un minuto para que se mezcle bien.
Tiempo: 20 minutos
Sirve y degusta
La polenta cremosa es mejor servirla caliente y recién hecha. Si la quieres preparar con antelación, en el momento de servirla estará más compacta y fría así que ponla de nuevo en la olla a fuego suave y ve añadiendo líquido hasta que la textura esté a tu gusto. Puedes guardarla 2 días en la nevera.
Es una guarnición fantástica, tal y como sucede con el puré de patatas, tanto para platos de carne como para pescados, y si tu plato lleva salsa puedes echarle un poco por encima. La polenta queda cremosa y con ese inconfundible y suave sabor a maíz, está de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes utilizar como líquido solamente leche o solamente agua dependiendo de cómo te guste más. También puedes utilizar leche de coco, en este caso al ser más espesa te recomendaría que utilizases 600 ml de agua y 200 ml de leche de coco, el sabor es fantástico.
Se pueden incorporar todo tipo de especias para darle cada vez un toque de sabor diferente: nuez moscada, pimentón, curry, perejil picado…
También puedes mezclarla con algún queso que te guste para darle aún más sabor, por ejemplo roquefort, rulo de cabra, parmesano… Cuando ya tengas la sémola de maíz diluida y cocinándose, añade los quesos para que se fundan con el sabor.
Si reduces la proporción de líquido obtendrás una polenta mucho más consistente y que da mucho juego. Se vierte en algún molde o bandeja para que se compacte y después cortarla en palitos o similar o si es muy fina se puede convertir en una base de pizza. Cuando está dura se puede hornear, pasar por la plancha o freír y queda buenísima.
Consejos
Una vez lista puedes guardarla un par de días en la nevera. Para volver a servirla y dado que estará más compacta y fría, puedes añadirle un poco de líquido y calentarla en el fuego o bien en el microondas, sacándola cada 30 segundos y removiéndola, repitiendo esta operación hasta que esté caliente. De todas formas, con lo fácil y rápido que es prepararla lo mejor es que lo hagas en el momento.