Flan de queso casero y cremoso. Receta muy fácil
Ingredientes para 6 raciones
- 4 huevos L.
- 500 ml de leche.
- 200 g de queso crema.
- 120 g de azúcar.
- 1/2 cucharadita de postre de esencia de vainilla.
- Para preparar el caramelo:
- 100 g de azúcar.
- 4 cucharadas de agua más 30-40 ml de agua caliente.
- 1 cucharada de postre de zumo de limón.
Se preparan de una forma muy sencilla y resultan riquísimos y con una textura cremosa y de lo más apetecible (nada tiene que ver con esos flanes duros y súper cuajados que venden ya hechos). Además aprende a elaborar un caramelo casero infalible, de esos que no se ponen duros como una piedra en el horno y que incluso podéis guardar en la nevera si os sobra. También sabrás cómo cocinar con la técnica del baño María, simplemente se trata de cocinar algo que está en un recipiente que a la vez está parcialmente sumergido en otro recipiente con agua caliente. De esta forma el calor se transmite y la cocción es suave y uniforme, así que es perfecta para preparar todo tipo de flanes, budines, patés o derretir chocolate poco a poco.
Preparación, cómo hacer flan de queso casero y cremoso
- Vamos a preparar el caramelo:
- Pon el azúcar en una sartén pequeña o cazo a fuego medio, junto con las 4 cucharadas de agua y el zumo de limón. Remueve un poco para que empiece a disolverse con una cuchara metálica (el caramelo coge tal temperatura que lo ideal es utilizar herramientas metálicas).
- Quita la cuchara (déjala posada en un cuenco o similar), y espera sin remover hasta que el caramelo empiece a coger color dorado.
- Apártalo del fuego y lleva mucho cuidado, no lo toques en ningún momento porque está a una temperatura altísima y puede producir graves quemaduras, lo siento pero no podrás probarlo tal y como te suelo recomendar siempre con todo.
- Calienta los 40 ml de agua en el microondas prácticamente hasta que hierva, viértelos poco a poco en tu caramelo y remuévelo con una cuchara. El objetivo es obtener un caramelo que no se endurezca ni siquiera en la nevera cuando dejemos reposar los flanes, así que si ves que se endurece en el cazo prueba a añadirle más agua caliente hasta que permanezca fluido.
- Vierte el caramelo en los 6 moldes y muévelos un poco para extender el caramelo y que no solo se quede en el fondo. Si ves que no se queda por las paredes, espera hasta que se enfríe un poco y podrás hacerlo. De todas formas al ser un caramelo bastante líquido cuando eches la mezcla en los moldes parte de él se repartirá solito por las paredes, rodeando la mezcla para el flan.
- En un bol casca los 4 huevos enteros y añade el azúcar.
- Calienta el horno a 160ºC con calor arriba y abajo y coloca una rejilla del horno en la parte media donde después pondremos la bandeja con los flanes.
- Bate con unas varillas los huevos con el azúcar para el flan hasta que la mezcla sea homogénea pero no la batas en exceso ya que no queremos que salga mucha espuma.
- A continuación añade el queso y remueve con las varillas hasta que se haya deshecho por completo. Es normal que se sigan viendo grumitos un rato, sobre todo si estaba frío, pero te aseguro que removiendo poco a poco se van disolviendo hasta prácticamente desaparecer.
- Añade la leche al bol y mézclalo todo.
- Vierte la mezcla en los moldes y colócalos en una bandeja de horno que tenga cierta altura.
- Llena la bandeja de agua hasta que cubra los moldes hasta la mitad e introdúcela en el horno a altura media.
- Deja que se cocinen al baño María en el horno durante unos 45 minutos o 1 hora, para saber si están listos la parte de arriba al mover ligeramente el flan debe temblar un poco pero si introduces un palillo debe salir limpio.
- Sácalos del horno y cuando se hayan enfriado completamente mételos en la nevera y deja que se enfríen unas 3-4 horas.
Tiempo: 35 minutos más 45 minutos de horneado y 4 horas de enfriado
Sirve y degusta
Puedes sacar los flanes después de haberlos enfriado al menos 4 horas (yo suelo prepararlos de un día para otro) y para desmoldarlos tan solo tienes que pasar un cuchillo por el borde del flan con cuidado y darle la vuelta como a una tortilla, colocando el plato encima de la base del flan y dándole la vuelta. Si ves que no sale puedes hacer un poco de presión en el molde para que le entre aire y verás que se desmolda solo.
Puedes conservarlos 3-4 días perfectamente en la nevera (para mi gusto, conforme avanzan los días más ricos están), te quedarán unos flanes cremosísimos de textura, con el caramelo por encima y alrededor y un sabor muy rico con la mezcla de queso y vainilla. Vas a triunfar cuando los sirvas porque están de… ¡escándalo!
Variaciones
Si quieres darle más sabor a tu flan puedes calentar previamente la leche junto con cáscara de limón o de naranja o una ramita de canela y, justo antes de que empiece a hervir, apártala y espera hasta que se enfríe, en ese proceso cogerá todos esos sabores y la añadirás a la mezcla de tu flan para que lo aromatice de una forma deliciosa.
Hay muchas versiones del flan, tanto la receta tradicional como las que incorporan leche condensada o chocolate tanto negro como blanco, ¡todas deliciosas!
Consejos
Ten muchísimo cuidado con el caramelo, no se te ocurra tocarlo e intenta contenerte y no removerlo nada ni probarlo, simplemente sigue el paso a paso y te quedará genial. Procura que su textura final sea bastante líquida ya que de lo contrario al hornearlo podría quedarte totalmente duro en la base del molde.
A mi se me ha quedado un poco doradito el flan en la parte superior y con cierta «puntilla», si te pasa lo mismo y no te gusta cómo queda, puedes cortársela con cuidado.