Fresas con vinagre balsámico y queso en vasito
Ingredientes para 4 vasitos
- 400 g de fresas (lo ideal es que no estén ni verdes ni maduras).
- 4 cucharadas de postre de azúcar.
- 2 cucharadas soperas de vinagre.
- 200 g de queso (fresco, requesón, cremoso… a tu gusto).
- Pimienta negra recién molida.
Estos vasitos de fresas con vinagre balsámico y queso son un postre realmente sorprendente por los contrastes de sabores y texturas que incorpora. Por un lado, las fresas se maceran con azúcar y vinagre, pero en el resultado final apenas se nota la acidez de este ingrediente; por otro lado, la mezcla con las capas de queso y sobre todo el toque de la pimienta son las que hacen que cada bocado sea una explosión de sabor y matices.
Preparación, cómo hacer fresas con vinagre balsámico y queso
- Lava las fresas, déjalas que escurran, sécalas y quítales el rabito verde.
- Pártelas en trocitos a tu gusto, a mi me gustan pequeñitos.
- Ponlas en un bol y añade el azúcar y el vinagre. Remuévelo todo bien, tápalo con film y déjalo reposar en la nevera al menos una hora (aunque mejor aún dejarlas macerar 2-3 horas).
- Ya solo nos queda montar los vasitos: echa un poco de queso en el fondo.
- A continuación, una cuarta parte de las fresas en cada vasito, y un poco más de queso.
- Por último, espolvorea con pimienta negra recién molida (a mi me gusta moler a la vez 4 tipos de pimientas: negra, blanca, verde y rosa).
Tiempo: 10 minutos y 1 hora de reposo
Sirve y degusta
Mantén los ingredientes en la nevera, y cuando llegue el momento de servirlos, monta las capas de los vasitos y a la mesa. La idea es que los ingredientes estén bien fresquitos, aunque también puedes tenerlos a temperatura ambiente para que no estén fríos, esto depende de tu gusto y de la época del año.
Te va a sorprender el contraste de sabores, sobre todo el toque de la pimienta, y verás que apenas se nota el ácido del vinagre, de hecho es posible que tus comensales no adivinen que incluye este ingrediente 😉
Variaciones
Puedes triturar galletas y poner una capa de ellas antes del queso, de esta forma se parecerá en estructura a una tarta de queso, pero en formato vasito.
Puedes utilizar azúcar blanco o moreno, y el vinagre que prefieras, aunque te recomiendo el balsámico. Y en cuanto a la pimienta, aunque para mi gusto le da un toque perfecto, si no te gusta puedes sustituirla por granos de pimienta rosa (que pica muy poco y aromatiza mucho), o directamente optar por mezclar las fresas con un poquito de canela, jengibre en polvo o extracto de vainilla.
Consejos
Utiliza las fresas en el punto que que prefieras, a mi me gustan más tirando a verdes que maduras. Piensa que con la maceración se reblandecen un poquito.
Si quieres que sea un postre fresquito, mantenlo en la nevera hasta el momento de servir. Eso sí, monta las capas justo antes de sacarlos a la mesa, para que no se mezclen las fresas y el queso en exceso, ya que el contraste es de lo mejor de la receta.