Las más sabrosas y fáciles sopas de fideos, con recetas de caldo casero
Yo soy muy estacional para la comida y cuando hace frío me encanta tomar cosas calentitas y sin duda alguna los caldos caseros son un gran aliado. Ya sean de pescado, de carne o exclusivamente de verduras sientan fenomenal. A veces me encanta tomarme una reconfortante taza de caldo calentito pero cuando quiero que sea una comida o cena más completa me suelo decantar por preparar una sopa de fideos con caldo casero.
Los fideos en la sopa quedan de 10 y además se preparan en pocos minutos. Eso si, lo que me cuesta a veces es elegir qué tipo de sopa de fideos voy a preparar ya que hay muchas formas de elaborar ese caldo y también infinidad de combinaciones de ingredientes adicionales para hacer que sea un plato de lo más completo.
Por eso, voy a empezar explicando cómo preparar un buen caldo casero y a continuación verás las más conocidas y ricas sopas de fideos que tengo publicadas en el blog e incluso alguna más que, aunque no está hecha con fideos, bien se le podrían poner.
Caldo casero, el alma de cualquier sopa de fideos:
Preparar caldo en casa es una maravilla sobre todo por el sabor que se consigue y también porque sabes exactamente qué ingredientes lleva y puedes elegirlos de la mayor frescura y calidad posible. Además es una fantástica receta de aprovechamiento porque todos los caldos llevan verduras y podemos utilizar esos restos que nos hayan podido quedar en la nevera y que no sabemos qué hacer con ellos.
Tipos de caldos caseros:
Básicamente existen 3 tipos generales de caldos, por un lado los de pollo o carne, por otro lado los de pescado y/o mariscos y por último los de verduras:
- Caldo de pollo casero: es sin duda alguna mi favorito y suelo tomarlo casi siempre con fideos, creo que esta combinación tan tradicional siempre es un acierto. Si haces clic en el nombre verás la receta completa y los ingredientes, entre los que están por supuesto piezas de pollo (a poder ser campero), zanahorias, puerros, apio y cebolla, aunque como decía al principio se pueden introducir otro tipo de verduras que nos gusten e incluso huesos como por ejemplo de jamón o espinazo de cerdo. En cuanto al puerro, los caldos son fantásticos para aprovechar la parte verde (previamente lavada y sin tierra) ya que aporta mucho sabor y después simplemente la retiramos. En la receta verás cómo preparalo tanto en olla tradicional como en olla rápida, con un resultado de 10 en ambas.
- Fumet de pescado o caldo de pescado casero: podemos incluir verduras similares al caldo de pollo y lo que suelo hacer es, en vez de echarlas lavadas o peladas tal cual, las pico y las sofrío un poco para que aporten más sabor aún. Lo que le da el toque definitivo son las raspas y cabezas de pescado (las mejores son las de rape, merluza o incluso pescados de morralla) y también podemos utilizar las cabezas y cáscaras de gambas o langostinos si los vamos a cocinar y servir pelados.
- Caldo de verduras casero: para sacarle todo el sabor a este caldo me parece fundamental sofreír primero las verduras muy picaditas, yo suelo utilizar ajo, puerro, zanahoria, cebolla, nabo y apio. Para que quede aromático además me encanta ponerle unas ramitas de hierbas aromáticas por ejemplo tomillo o romero o ambas, y también le doy un toque de vino blanco.
Trucos y consejos para conseguir el mejor caldo casero y también conservarlo
¡Truco! Si salteo las verduras previamente ya han aportado todo su sabor, pero si simplemente las cuezo como en el caldo de pollo, cuando ya lo tengo saco las verduras y las trituro con un poco de caldo con la batidora. Después al preparar los fideos los cocino con caldo y con algunas cucharadas soperas de este triturado de verduras y la sopa queda un poco más espesa y también sabrosa. Eso si, asegúrate muy bien de que no hay huesos clavados en las verduras y que el caldo esté bien colado.
Tanto si preparas el caldo en olla tradicional como en olla rápida no te olvides de espumarlo durante los primeros minutos con una espumadera para retirar impurezas y también grasa que va saliendo a la superficie. Además si quieres retirarle la grasa por completo debes dejarlo reposar ya colado en un recipiente en la nevera y al día siguiente será muy fácil quitarla con una cuchara porque se habrá quedado arriba del todo y sólida.
Para conservarlo ponlo en un recipiente cerrado y, una vez frío, puede aguantar en la nevera 3-4 días y también congelarlo, algo que es fantástico para tenerlo siempre a mano y así poder utilizarlo en sopas, arroces, guisos…
Cómo cocinar los fideos:
Yo suelo utilizar fideos finos, de tamaño 000 o también llamados cabello de ángel, aunque esto va en gustos. Pon el caldo que vayas a utilizar en una olla a fuego fuerte y, cuando esté hirviendo, echa los fideos (yo calculo unos 60 g por persona), baja el fuego para que esté suave y cocínalos el tiempo que indica el paquete (para este tipo de fideos suelen ser apenas 1 o 2 minutos.
Eso si, siempre prepara los fideos justo antes de servirlos, no lo hagas con antelación ya que podrían pasarse y quedar blandos, además absorben el caldo y según las proporciones que hayas utilizado puedes llegar a encontrarte una sopa casi seca.
Las mejores sopas de fideos y alguna más:
- Sopa de fideos con caldo de pollo casero: es la sopa más típica y también sencilla, ya que se cuece el pollo con las verduras y después en el caldo cocinamos los fideos. Las verduras las trituro para añadir un poco de esa mezcla al caldo y darle un extra de sabor, reservándome siempre algunas zanahorias para servirlas en rodajas en la sopa junto con la carne de pollo.
- Caldo de pollo casero con garbanzos: como la sopa anterior pero un poco más completa ya que le añado un hueso de jamón para que el sabor del caldo sea más potente y además la sirvo con garbanzos cocidos.
- Sopa de picadillo con pollo, huevo y jamón: se trata de una receta tradicional andaluza y es similar a las anteriores, pero en el caldo se utiliza hueso de rodilla de ternera o algún otro hueso salado y se sirve con huevo duro, jamón serrano y hierbabuena.
- Cocido madrileño tradicional y delicioso: aquí ya la cosa cambia, este cocido lleva una buena cantidad de ingredientes, desde carnes, embutidos, huesos, verduras y por supuesto los fideos. Son recetas que requieren su tiempo porque hay que cocer muchas cosas y además en varias ollas pero sin duda el esfuerzo merece la pena porque se consigue un caldo espectacular y la variedad de ingredientes que puedes ir comiendo es fantástica.
Además, quería añadir un par de elaboraciones que parten de caldos caseros con mucha personalidad y que perfectamente se pueden utilizar para una sopa de fideos:
- Escudella i carn d’olla: se trata de una receta catalana tradicional y en esencia es similar al cocido madrileño, sobre todo en cuanto a la preparación, con la particularidad de que lleva su propia combinación de ingredientes que más o menos se mantiene de unas recetas a otras y por supuesto las famosas pelotas de carne. Se suele servir con galets pero también se podrían utilizar fideos a la hora de cocinar la sopa.
- Ramen casero: es una sopa japonesa que se ha puesto muy de moda últimamente pero que opino que ha venido para quedarse porque, si se cocina casera, es una sopa con un sabor increíble, repleta de ingredientes frescos y que da pie a combinaciones fantásticas. En mi caso nunca falta la panceta marinada, la col china pak choi o las setas shiitake. Siendo sincera no me imagino del todo este plato con fideos ya que suele servirse con noodles, pero lo que sí es genial es que si te sobra caldo del ramen lo aproveches para cocinar ahí tal cual unos fideos.
Cuéntanos en los comentarios cual es tu sopa de fideos preferida y qué ingredientes lleva 😉