Mermelada de naranja casera (amarga o no). Receta sencilla y de 10

Ingredientes

• Unas 3 naranjas para obtener alrededor de 500 g de gajos de naranja. Yo he utilizado naranjas de mesa en vez de naranjas de zumo ya que suelen tener un sabor más dulce y más cantidad de fibra, lo que las hace ideales para esta receta.
• 200 g de azúcar blanco.
• 25 ml de zumo de limón.

Es una mermelada muy agradecida ya que sirve para acompañar tanto preparaciones dulces como saladas, ya sea untada en unas tostadas, de relleno de un bizcocho, coronando una tarta o acompañando unos canapés con queso, hojaldre o paté. En la receta verás además que puedes adaptar la textura a tu gusto, según si la quieres más grumosa o más fina.

Preparación, cómo hacer la receta de mermelada de naranja casera

1. Lava bien con agua fría las naranjas y sécalas con papel de cocina. Para aprovechar la piel utiliza un rallador finito o un utensilio parecido al mío, se llama acanalador o zester y se suele utilizar para sacar tiras de piel de cítricos y frutas (sobre todo para coctelería). De todas formas, utiliza el utensilio que prefieras pero lo más importante es que no llegues a la zona blanca, sino que solamente te quedes con la piel superficial. Si también incluyes parte blanca eso hará que amargue la mermelada, pero ahora te lo explico.
   

   Este es el acanalador o zester que he utilizado para sacar tiras de la piel de la naranja

2. Pela la naranja y, si no quieres que amargue, retira toda la parte blanca que puedas. En cambio si quieres conseguir una mermelada de naranja amarga no le quites por completo la parte blanca, aunque tampoco es necesario que le dejes una gran cantidad para conseguirlo.
3. Si los gajos tienen huesos, retíraselos cortando los gajos y extrayéndolos.
4. Ve poniendo los gajos partidos en 3 o 4 partes junto con la piel en una olla.
   

   Empezamos a cocinar la naranja con su piel

5. Pon el fuego a temperatura media y cuando empiece a hervir bájalo para que esté suave y cocina la naranja durante unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando.
6. Exprime el limón y cuela su zumo para que no contenga semillas.
7. Añade el zumo de limón y el azúcar y sigue cocinando a fuego suave durante unos 10-15 minutos o hasta que veas que ya no está muy líquida sino como puedes apreciar en la fotografía, con una consistencia similar a la mermelada y teniendo en cuenta que cuando se enfría se espesa un poco más aún.
   

   Y se ha reducido bastante la naranja

8. Puedes triturar la mermelada aunque personalmente creo que queda mucho mejor con sus trocitos.
   

   Ya tenemos lista la mermelada de naranja

9.  Antes de que se enfríe guárdala en recipientes de cristal y espera a consumirla hasta el día siguiente. Te recomiendo realizar el proceso de conserva o bien guardarla en varios tarritos y congelarlos. En nevera aguanta mucho tiempo, no sabría decir cuanto pero varias semanas seguro.
   

   Así de bien queda la mermelada de naranja casera

Tiempo: 1 hora

Sirve y degusta

Puedes guardar la mermelada de diferentes formas, tal y como he explicado al final de la receta. Si te gusta en especial esta mermelada te recomiendo elaborar más cantidad, por ejemplo el doble, teniendo en cuenta que necesitará un poco de más tiempo hasta que tenga la textura ideal. Así podrás tenerla a mano durante todo el año ya sea congelada o en conserva, aprovechando para prepararla durante los meses en los que las naranjas están en temporada (generalmente durante invierno y primavera).

Personalmente me encanta esta mermelada por el punto cítrico que tiene, el dulzor propio de las naranjas y ese ligero toque amargo que presenta si dejamos un poco de parte blanca. En cuanto a los usos, pues como cualquier otra mermelada, es fantástica para acompañar tostadas, crepes, gofres o tortitas, como relleno en elaboraciones de repostería como bizcochos, magdalenas e incluso tartas, y como acompañamiento a canapés salados (especialmente los que llevan quesos o patés). La uses como la uses, esta mermelada está de auténtico… ¡escándalo!

Mermelada de naranja casera (amarga o no). Receta sencilla y de 10

Variaciones

Para darle un toque diferente puedes aromatizarla añadiendo un palito de canela, unas vainas de vainilla, clavo o anís estrellado, o incluso añadir especias molidas como la propia canela o el cardamomo.

Consejos

Te recomiendo que, si quieres hacer conserva de alguna receta, primero la prepares en una cantidad moderada (por ejemplo la de ésta receta) y, si te encanta, la próxima vez la elabores en mayor cantidad para así tenerla a mano siempre que quieras, ya sea en congelador o en conserva.

Es importante que al cocinar la mermelada no te pases de cocción para que no quede excesivamente seca pero que tampoco su textura final sea demasiado líquida, a no ser que busques por alguna razón que quede así. Como se espesa un poco más al enfriarse, si tienes dudas puedes coger un poco con una cuchara sopera, dejarla reposar fuera unos minutos para que se enfríe y ya podrás decidir si esa textura es la que buscas. En general ese punto medio funciona para todo, pero si quieres extenderla te interesará que no quede demasiado densa, y si es para coronar canapés o tartas si que es mejor que su textura sea algo más densa para que no se mueva.