Pierna de cordero al horno con patatas y uvas. Receta de asado
Ingredientes para 4 personas
- 1 pierna de cordero. También puedes utilizar dos paletillas que suelen ser más pequeñas, en ese caso necesitarán menos tiempo de horno.
- 1 cebolla.
- 4 patatas o las que necesites para cubrir tu bandeja de horno.
- Uvas, mejor sin pepitas, y cantidad la que prefieras.
- Unas ramitas de romero o tomillo fresco.
- 200 ml de agua.
- 200 ml de vino blanco.
- Aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida y sal.
Es un platazo de esos que se recuerdan, ideal para las ocasiones especiales y sobre todo la Navidad, pero que se puede consumir en cualquier momento y siempre que nos apetezca y dispongamos de unas horas porque está increíble. Se asa a una temperatura baja que facilita que la carne quede perfectamente hecha pero jugosa, algo muy importante cuando cocinamos una carne así. Lo he horneado con su propia guarnición de patatas, cebolla y el toque navideño ideal, unas uvas.
Preparación, cómo hacer pierna de cordero al horno
- Utiliza una bandeja de horno amplia y vierte un chorrito de aceite de oliva, pimienta negra recién molida y sal al gusto.
- Pela la cebolla, córtala en rodajas y cada rodaja por la mitad, y espárcela por la bandeja.
- Pela las patatas y córtalas con un grosor similar al que puedes ver en la fotografía, y repártelas por la bandeja.Es importante que las prepares con este grosor porque tengo comprobado que así se cocinan a la vez que el cordero y suelen tardar lo mismo, pero si son más finas o más gruesas pueden no quedarte bien. Lo ideal es que la bandeja quede bastante cubierta pero no apretadas porque después la pierna de cordero las irá moviendo y así tienen más espacio. Échales un poco de aceite, sal y pimienta.
Vamos colocando la guarnición en la bandeja de horno
- Precalienta el horno a 210ºC con la resistencia de arriba y de abajo solamente.
- Prepara la pierna de cordero, para ello hazle unos cortes paralelos como en la fotografía o pide en carnicería que te los hagan, sin llegar al hueso.
- Salpimenta la pierna de cordero por ambos lados.
- Introduce en cada corte una ramita de tomillo o romero.
Ya tenemos la pierna de cordero condimentada
- Coloca la pierna de cordero en la bandeja en el horno y échale un poco de aceite por encima. Mejor si la colocas de forma que la piel esté visible, en la parte de arriba.
- Echa el agua y el vino blanco entre las patatas, intentando no barrer la sal y la pimienta que ya tienen encima.
Ya lo tenemos todo listo para hornear la pierna de cordero
- Introduce la bandeja en el horno a altura media y deja que se cocine 10 minutos.
- Saca la bandeja (o si te apañas para hacerlo sin sacarla, mejor pero cuidado que no te quemes) y dale la vuelta a la pierna de cordero, yo suelo utilizar unas pinzas de cocina y en todo momento con los guantes de horno para evitar quemarme. Hornea 10 minutos más.
- Baja la temperatura del horno a 160ºC y cocina la pierna de cordero en torno a 2 horas, aunque eso depende de su tamaño y grosor. Irás viendo si la carne ya tiene un aspecto perfectamente hecho, que no haya zonas rosadas, pero que tampoco se queme.
- Cada 20 minutos ve dándole la vuelta, así irás comprobando cómo va. También recoge con una cuchara un poco de los jugos y échaselos por encima. Si en algún momento ves que no queda nada de líquido en la bandeja, echa un poco más de agua ya que no se debe quedar seca para facilitar el asado tanto del cordero como de la guarnición.
- Lava las uvas que vayas a utilizar.
- Cuando lleve aproximadamente una hora y cuarto de horneado y tengas que darle la vuelta, a la vez incorpora las uvas, simplemente dejándolas caer encima de las patatas. La idea es que las uvas se cocinen entre 30 y 45 minutos.
- A nosotros nos gusta la carne de cordero bien hecha y dorada y la hemos horneado 2 horas y 15 minutos en total. Si tienes dudas con el punto de la carne siempre puedes cortarla un poco para comprobar si está a tu gusto.
- Cuando veas que la carne ya está lista, coloca el lado de la piel hacia arriba y hornea entre 5 y 10 minutos a 220ºC para que se dore. El tiempo lo decides tu, según si te gusta un punto más o menos dorado.
Tiempo: 3 horas
Sirve y degusta
Del horno a la mesa, así es como debe servirse esta pierna de cordero que queda espectacular. Si te sobra carne siempre puedes dejarla en la nevera hasta 3 días o bien congelarla e incluso desmenuzarla para preparar con ella alguna receta de aprovechamiento. Las patatas no quedan bien si se congelan pero tampoco creo que te sobren muchas, lo que sí que puedes hacer es conservarlas también junto con el resto de la guarnición y la salsa 3-4 días en la nevera sin problemas.
La pierna de cordero queda doradita por encima y con una carne jugosa en su interior, y la guarnición es un espectáculo con esas patatas tiernas por dentro y un poco doradas y la cebolla y las uvas blanditas y llenas de sabor. Eso si, sin olvidar recoger todos los jugos y servirlos en una salsera al centro de la mesa para quien quiera echarlos sobre la carne. Sin duda es un platazo ideal para ocasiones especiales como la Navidad, está de auténtico… ¡escándalo!
Pierna de cordero al horno con patatas y uvas. Receta de asado
Variaciones
Puedes aromatizar la carne como más te guste, utilizando otras hierbas como el orégano o incluso especias como el pimentón o el comino.
Puedes preparar esta guarnición pero también cambiarla un poco, utilizando cebollitas francesas o chalotas enteras en vez de la cebolla partida, o incluso horneando la pierna de cordero sola en el horno y preparando aparte un puré de patatas o unas verduras a la plancha, por ejemplo.
Consejos
Vigila bien tu asado y sigue las claves: que haya siempre líquido en la bandeja, ir dándole la vuelta para que se cocine de forma homogénea por ambos lados y echándole algunos jugos por encima y sobre todo hacia el final estar pendiente del punto de la carne, cortarla un poco si es necesario para saber si ya está a nuestro gusto. Si sigues estos consejos, tienes el éxito asegurado 😉
La elección de la carne es fundamental para preparar esta receta. Procura que sea de la mejor calidad posible para garantizar que llegue a la mesa jugosa y tierna, que se deshaga en la boca. Así obtendrás un resultado de… ¡escándalo!
