El placer de catar quesos
¡Somos unos auténticos fanáticos de los quesos! Tanto es así que nos cuesta creer que haya quien se pierde un placer gastronómico de este calibre, aunque hemos de reconocer que cuando somos pequeños a todos nos cuesta un poco creer que «los mayores» coman cosas que «huelen a pies».
Recuerdo algunos viajes volviendo de Extremadura, Galicia o Asturias con un tufillo considerable en el coche, pero claro, ¡quién puede resistirse! Hemos llegado incluso al punto de que algunos quesos cremosos los compramos con la fecha de consumo lo más justa posible e incluso dejamos que se caduquen ampliamente para esperar a degustarlos, quizás a los queseros a veces se nos va un poco de las manos.
El caso es que nos encanta cocinar con los quesos que tenemos más a mano: queso roquefort, queso de cabra, emmental, mozzarella, grana padano, parmesano… Y además los utilizamos no solo para salsas y gratinados para carnes y platos de pasta, sino también para preparar galletas, bizcochos o ensaladas.
Otra forma de disfrutar el queso es en forma de cata, sin cocinarlo, disfrutando de su más pura esencia y aroma. El «problema» de los quesos es que es un poco como los perfumes, debes olerlo y probarlo para saber si va contigo. Cada uno con su estética y su textura propia, pero al fin y al cabo quesos que, solo con verlos, no somos capaces de saber hasta dónde llega su sabor.
Pedimos por internet una caja que tenía el siguiente contenido:
Queso de oveja curado de Los Cameros, Queso Brugge de Abadía, Queso Morbier DOP, Queso Azul Valdeón DOP, Queso Stripe Jack, un Paté de ciervo al Pedro Ximénez y un paquete de tostas. A continuación podéis ver la cata de tres de ellos, y un poco más abajo la de los dos restantes.
Queso Stripe Jack:
El queso Stripe Jack es un queso inglés de vaca, y su estética es realmente llamativa porque intercala capas de color amarillo y naranja. Lo más curioso es que es apto para vegetarianos al estar elaborado con cuajo vegetal, y la verdad es que convence desde el primer momento. Nosotros pensamos que es un queso perfecto para quienes disfrutan de los quesos suaves pero con carácter, y va perfecto con frutos secos.
Queso de Abadía:
El queso Brugge de Abadía es un queso belga muy particular, ya que se elabora con leche de vaca y se madura empapado en cerveza Rodenbach. Su sabor es más potente que el anterior queso, y combina genial con una cerveza o un vino blanco seco.
Queso de oveja curado de Los Cameros:
El queso de oveja curado de Los Cameros es un tipo queso al que estamos más acostumbrados, un queso curado de sabor intenso y cierto toque avellanado. Sin embargo éste en concreto es bastante especial y exclusivo porque se producen solo unas 800 piezas al año. Tan bueno es el resultado que ha obtenido diversos premios, entre ellos Plata en el «World Cheese Awards 2014», y esté entre los 50 mejores quesos del mundo. A nosotros desde luego nos encantó, y con pasas y frutos secos está de… ¡escándalo!
La segunda parte de la cata no fue menos que la primera, ya que disfrutamos de otros tres productos: el queso Morbier DOP, el paté de ciervo al Pedro Ximénez, y el queso Azul Valdeón DOP.
Y aquí ya estamos con la tabla perfectamente preparada. Lo cierto es que con pocos elementos y un poco de cuidado en la presentación, una tabla de quesos puede darle un encanto increíble al aperitivo. Aquí tenemos los quesos cortados, el paté listo para degustar, las tostadas crujientes y la confitura de tomate (que podéis sustituir por cualquier confitura o mermelada que os guste, y también membrillo, perfecto para los quesos azules).
Queso Morbier DOP:
El queso Morbier es francés, elaborado con leche de vaca, y que toma su nombre del pueblo del que procede. Posee denominación de origen europea, y lo más característico a nivel estético es una línea negra de cenizas (sin sabor, todo hay que decirlo) que separa el queso en su interior.
Su textura es elástica y suave, al igual que su sabor, y a nosotros nos encantó combinar bocados de este queso con tostadas crujientes y vino blanco 🙂
Paté de ciervo al Pedro Ximénez:
Este paté de ciervo al Pedro Ximénez nos gustó tanto quizás porque no esperábamos encontrarlo tan gustoso. La textura es perfecta para untarlo sobre tostadas crujientes, y acompañado de la confitura de tomate que teníamos sobre la mesa, la combinación era estupenda.
Queso Azul Valdeón DOP:
Este espectacular queso azul Valdeón tenía todas las papeletas para convertirse en nuestro favorito incluso antes de abrirlo y olerlo, y es que nos encantan los quesos azules. Tiene todo lo que se espera de un buen queso azul, sabor fuerte y picante, pero además gracias a su textura blanda va perfecto para untar en tostadas, que es como nos lo comimos.
Procedente de los Picos de Europa y elaborado con leche de vaca, cabra o una mezcla de ambas, este queso nos tiene enamorados. Y no solo a nosotros, ya que en 2005 obtuvo el premio al mejor queso azul español. Tengo que deciros que con un poco de mermelada de tomate o membrillo está de… ¡escándalo!
¿Te gusta el queso? ¿Has probado alguno de los que hemos mencionado? ¿Qué te parece el queso como regalo para una ocasión especial? Cuéntanoslo en los comentarios! 😉