Receta de crème brûlée, un postre tradicional francés
Ingredientes para 6 raciones
- 5 yemas de huevo.
- 65 g azúcar blanco y más azúcar para caramelizar al final la superficie.
- 500 ml de nata para montar con un mínimo de 35% de materia grasa.
- 1/2 vaina de vainilla.
- Una pizca de sal.
Para esta receta he utilizado 6 moldes individuales de 9 cm de diámetro y 5 cm de altura, son ideales para este tipo de postres.
Es un postre tradicional francés que consiste en una crema pastelera cuajada en el horno y sobre la que se carameliza con soplete una capa de azúcar cuando ya está lista, consiguiendo así un contraste de texturas crujiente y cremosa exquisito. Su nombre se traduce como crema quemada precisamente por esto y en la receta conocerás todos los trucos y consejos para conseguir que quede con la mejor textura, sin grumos y muy cremosa y además de manera muy sencilla.
Cómo hacer la receta de crème brûlée
- Abre la vaina de vainilla por en medio y raspa el interior con un cuchillo para quedarte con las semillas, verás que son unas bolitas negras y resultan muy aromáticas.
- En un cazo echa la nata junto con las semillas de vainilla y también la vaina y ponlo a fuego medio.
- Cuando empiece a hervir retira el cazo del fuego y déjalo reposar 10 minutos para que la nata quede bien aromatizada con la vainilla. Al cabo de ese tiempo retira la vaina de vainilla.
- Enciende el horno con calor arriba y abajo a 160ºC (sin ventilador) e introduce en él a altura media una bandeja de horno con 2 o 3 cm de agua para preparar el baño María en el que vamos a cocinar la crème brûlée. En la bandeja deberán caberte después los 6 recipientes individuales en los que vamos a repartirla.
- Mientras casca los huevos, reserva las claras para otra elaboración y pon las yemas en un bol junto con el azúcar y la pizca de sal.
- Con unas varillas manuales y sin batir demasiado simplemente mezcla los ingredientes durante 4 o 5 minutos para que el azúcar se disuelva y la mezcla tenga un color amarillo y una textura cremosa.
- Echa un poco de nata sobre el bol con las yemas y el azúcar sin dejar de remover con las varillas.
- Cuando la mezcla tenga un color homogéneo añade toda la nata al bol y mezcla hasta que la crema sea de nuevo homogénea.
- Echa la crema en una jarra para que te sea más fácil repartirla en los moldes individuales pero ponle encima un colador para hacer pasar la mezcla a través de él y así atrapar cualquier grumo que haya podido producirse, sobre todo por la nata.
- Reparte la mezcla de la crème brûlée en los 6 moldes individuales o ramequines que vayas a utilizar.
- Pon los moldes en la bandeja con agua que teníamos en el horno, mantén la temperatura y hornéalos 1 hora.
- Cuando se cumpla el tiempo abre el horno pero no saques aún los moldes, déjalos tal cual están 10 o 15 minutos para que se asienten y vayan bajando de temperatura poco a poco.
- Saca la bandeja del horno y pon sobre una rejilla los recipientes individuales para que se enfríen a temperatura ambiente.
- Cuando estén fríos mételos a la nevera y déjalos reposar al menos 4 horas aunque lo ideal es dejarlos de un día para otro.
- Para caramelizar la superficie echa una capa de azúcar blanco por encima, que no sea ni muy gruesa ni tampoco muy fina para evitar que se queme enseguida.
- Pásale el soplete de cocina hasta que el azúcar se derrita y caramelice, tomando un bonito color dorado.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos más el tiempo de enfriado
Sirve y degusta
Me gusta mucho caramelizar el azúcar justo antes de servir la crème brûlée, simplemente echo la capa de azúcar, le paso el soplete y espero al menos 3 o 4 minutos para que se enfríe y quede crujiente ya que el momento de romper ese caramelo con la cuchara es fantástico. Puedes conservarla 3 o 4 días en la nevera sin problemas y personalmente cuando más me gusta es cuando lleva un par de días hecha, siento que su sabor es más intenso y la textura está más cremosa y asentada.
Hundir la cuchara en esta crema después de partir el caramelo es un placer para la vista y después para el paladar ya que el contraste de texturas crujiente y cremosa es irresistible. Disfruta de este clásico postre francés de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes aromatizar la crème brûlée de otra forma, por ejemplo con una ramita de canela o incluyendo la piel de algún cítrico, personalmente con limón es como más me gusta.
Así tal cual está buenísima pero acompañar la crème brûlée con fruta fresca es todo un acierto, sobre todo si se trata de frutos rojos como arándanos, fresas o frambuesas.
Consejos
Si no tienes soplete puedes encender el grill del horno a 220ºC y cuando alcance la temperatura introduce los moldes en el horno lo más arriba posible y espera tan solo 2 o 3 minutos a que el azúcar se derrita y caramelice.
Es importante que la nata no esté excesivamente caliente cuando se mezcle con las yemas ya que estas podrían cuajarse y tendríamos que desechar la mezcla al no poder conseguir la textura que buscamos. Por eso se deja reposar un poco la nata fuera del fuego y luego se mezcla primero una pequeña cantidad (3 o 4 cucharadas soperas sería suficiente) para empezar a igualar la temperatura de ambas mezclas y que no haya un contraste brusco.