Rollos de canela o cinnamon rolls, ¡súper tiernos! Receta paso a paso
Ingredientes para 10 rollos grandes o 20 más pequeños
- Para la masa:
- 550 g de harina de trigo de fuerza. Para saber de qué tipo es una harina, basta mirar la información nutricional en el propio paquete y donde indica las proteínas si el valor es más de 11 es harina de fuerza.
- 100 g de azúcar blanco.
- 2 huevos M.
- 75 g de mantequilla sin sal y un poco más para el molde.
- 200 ml de leche entera tibia.
- 25 g de levadura fresca.
- 10 g de sal.
- Para el relleno:
- 70 g de mantequilla.
- 70 g de azúcar moreno.
- 2 cucharadas soperas de canela molida.
- 1 cucharadita de postre rasa de cardamomo molido (opcional).
- Para el glaseado de queso:
- 50 g de azúcar glas.
- 100 g de queso crema.
- 30 ml de agua templada.
Esta receta la llevo preparando muchos años en casa durante los cuales le ha ido mejorando hasta conseguir unos rollos súper tiernos y además de forma sencilla. A esa textura tan apetecible se unen los aromas de la canela, el cardamomo y la mantequilla que tan bien le sientan y un glaseado espeso de queso que es una auténtica delicia. Usa el truco de la fermentación en frío que no es más que olvidarnos de los tiempos de fermentación, dejar la masa en la nevera durante toda la noche y que ella solita esté perfecta al día siguiente para darle forma y que suba de nuevo un poco más.
Preparación, cómo hacer rollos de canela
- Saca la mantequilla de la nevera para que no esté tan dura cuando vayamos a utilizarla. Lo ideal es sacarla 30 minutos antes de ponerte con la receta.
- Pon en un recipiente la leche, si estaba fría caliéntala en el microondas apenas unos 10 o 15 segundos para que se temple y añade la levadura ligeramente desmenuzada con tus propios dedos. Remueve con una cuchara para que se disuelva. Si lo dejas reposar 5 minutos y después vuelves a mezclar con la cuchara verás que se habrá disuelto prácticamente por completo.
- Cualquier masa se puede amasar a mano pero para ésta te recomiendo utilizar un robot amasador o similar ya que necesita un amasado bastante largo.
- Pon en el bol del amasador la harina junto con la sal y el azúcar.
- Ponle al robot el gancho amasador y actívalo a velocidad baja para que esos tres ingredientes queden mezclados.
- Añade la mezcla de leche y levadura y los huevos, y empieza a amasar 5 minutos a velocidad lenta.
- Incorporar la mantequilla en trocitos, que esté un poco blandita, y sigue amasando a velocidad lenta 10 minutos más.
- Saca la masa y ponla en un recipiente con tapadera. Déjala reposar 10 minutos a temperatura ambiente.
- Tapa el recipiente y déjala en la nevera para que fermente lentamente hasta el día siguiente.
- Una vez hecho el reposo, saca la masa de la nevera y déjala 30 minutos a temperatura ambiente para que después no esté muy dura y se pueda trabajar bien.
- Pon en un bol la mantequilla del relleno y derrítela en el microondas, con 30 o 40 segundos puede ser suficiente.
- Añade el azúcar moreno del relleno junto con la canela y el cardamomo y mezlca bien.
- Coge la masa, amásala durante un par de minutos y a continuación estírala con un rodillo, intentando que quede con forma rectangular, casi cuadrada. De grosor, lo ideal es que tenga unos 5 mm, por lo que no debes dejarla gruesa pero tampoco muy fina.
- Pinta la masa con el relleno con ayuda de un pincel de cocina, teniendo en cuenta que deberás dejar uno de los dos lados largos del rectángulo con al menos 1 cm de margen sin pintar. En el resto de lados puedes llegar hasta el borde pintando.
- Empieza a enrollar la masa por el otro lado largo, el que sí habíamos pintado hasta el borde, de forma que al terminar de enrollar nos topemos con ese margen sin pintar, puedes verlo en la fotografía.
- Termina de enrollar la masa y pellizca el extremo de manera que la unión quede completamente sellada y así no se abra después.
- Según como quieras los rollitos así deberás cortar la masa. En este caso la he cortado por la mitad y después cada mitad en 5 partes para obtener 10 rollitos bastante grandes y dejarlos en un molde de 24 cm de diámetro. También puedes partir la masa en más partes para que queden más pequeños y ponerlos después en un molde más grande, ya sea redondo o rectangular, e incluso colocarlos sobre una bandeja de horno para que se horneen cada uno por separado.
- Tapa el molde o bandeja con un paño ligeramente húmedo. Yo en este caso he utilizado un gorro de ducha de los que suele haber en los hoteles, se adapta fenomenal a un molde redondo y puedes utilizarlo las veces que quieras.
- Deja reposar la masa a temperatura ambiente unos 45 minutos o 1 hora, aunque esto depende de la época del año ya que en verano tardará menos y en invierno más. La idea es que veas que claramente han crecido pero tampoco en exceso ya que si se fermentan de más después no quedará la miga esponjosa. En esta fotografía puedes ver el cambio respecto a cómo estaban.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador cuando veas que han subido los rollos.
- Introduce el molde en el horno a altura media y hornéalos 15-20 minutos o hasta que veas que por encima están claramente dorados y entre ellos no se ve la masa todavía cruda.
- Mientras se hornean prepara el glaseado de queso. Para ello pon en un bol el queso crema junto con el azúcar glas y el agua templada y mezcla con unas varillas o una cuchara hasta que la mezcla sea homogénea.
- Cuando salgan los rollos de canela o cinnamon rolls del horno espera a que se enfríen un poco, al menos 15 minutos, antes de echarles el glaseado de queso por encima (yo no se lo echo entero, guardo la mitad para después echárselo a los rollitos conforme nos los vamos comiendo).
Tiempo: 2 horas más reposo de una noche
Sirve y degusta
Puedes comerlos cuando prefieras, de hecho calentitos están buenísimos, aunque lo mejor es esperar a que estén templados o incluso fríos. Para conservarlos, guárdalos en un recipiente cerrado, bolsa o tapados con papel film a temperatura ambiente y también puedes congelarlos una vez horneados, aunque para esto te recomiendo separarlos primero y por supuesto deben estar totalmente fríos.
Estos rollos de canela o cinnamon roll se sirven de la técnica de la fermentación lenta para estar más ricos aún y sobre todo para estar más esponjosos y conservarse durante más tiempo en perfectas condiciones, de hecho una vez tardamos 6 días en comérnoslos todos y estaban prácticamente como al principio. No dudes en echarles más glaseado si te apetece y también calentarlos durante unos segundos en el microondas para tomarlos templados y con todo el aroma de la canela y el cardamomo, es un bocado de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
La principal variación está en el relleno ya que puedes hacerlo totalmente a tu gusto, por ejemplo añadiendo a la mezcla frutos secos tostados picados como nueces, pistachos, almendras o avellanas, untar chocolate derretido o alguna crema de cacao, incluyendo uvas pasas…
También puedes aromatizar la masa incorporando un poco de aroma de azahar (con 1 cucharada sopera es más que suficiente, así que añadiendo esto junto con la leche no debe superar los 200 ml de la receta), aroma de vainilla o incluso ralladura de limón o de naranja o de ambos.
Si quieres reducir las calorías del glaseado prueba a mezclar leche en polvo con agua templada, en una proporción bastante grande de leche para que quede un resultado espeso y de sabor dulzón, bastante parecido y resultón. Yo en ocasiones o cuando no tengo queso crema a mano recurro a esta opción que también me encanta.
Consejos
Si te gusta comer los rollitos de canela calientes puedes recalentarlos en el microondas. Para ello te recomiendo poner cada uno en un plato, echarle unas gotas de agua por encima tanto al rollito como al plato para evitar que se reseque y a potencia máxima con 20-30 segundos es suficiente. Después échales un poco más de glaseado por encima y a disfrutar 😉
La fermentación de las masas siempre es un tema complejo sobre todo para quien no está habituado a trabajarlas, pero no hay de qué preocuparse. La temperatura influye bastante y en verano habrá que buscar estancias más frescas para dejar la reposar la masa, pero en invierno las pondremos en estancias cálidas o incluso se puede encender el horno 5 minutos a 30ºC, apagarlo y dejar dentro el bol con la masa para que suba. Eso si, no hay que llegar nunca a la sobrefermentación, así que vigila bien la última subida para que no sea exagerada.