Roscos de vino caseros al horno. Receta tradicional de Navidad
Ingredientes para alrededor de 20 unidades
- 300 g de harina de trigo.
- 70 g de azúcar glas y más azúcar glas para rebozarlos.
- 110 g de manteca de cerdo.
- 40 g de semillas de sésamo o ajonjolí tostadas.
- 1/2 cucharadita de canela en polvo.
- 130 ml de vino dulce tipo moscatel o Pedro Ximénez.
- La ralladura de 1/2 naranja.
Aprende a elaborar unos riquísimos roscos de vino, sencillos y listos en un momento y lo mejor de todo es que aguantan semanas (e incluso diría que meses) por lo que puedes prepararlos con antelación para Navidad. El sabor de las semillas de sésamo tostadas y el vino le dan mucha personalidad, y la capa de azúcar glas hace las delicias de lo más golosos.
Cómo hacer la receta de roscos de vino al horno
- Lo primero que vamos a hacer es secar la harina en el horno para eliminar su humedad. Para ello pon el horno a 100ºC con resistencia superior e inferior activas, pon la harina en una bandeja de horno bien extendida y cuando el horno haya alcanzado la temperatura introduce la bandeja en él a media altura.
- Cuando lleve 10 minutos remuévela con una cuchara, a los siguientes 10 minutos remuévela otra vez, y aproximadamente cuando lleve 30 minutos en el horno estará lista, la notarás mucho más suelta de lo habitual. Ve vigilándola porque lo que no debe suceder es que se tueste o dore, debe seguir completamente blanca. El objetivo es quitarle la humedad que pueda tener, y si tienes prisa también puedes subir el horno hasta 170ºC, removerla cada pocos minutos y sacarla a los 10 o 15 minutos.
- Pasa la harina a un cuenco amplio para que se enfríe, haciéndola pasar a través de un colador para que no tenga grumos.
- Mientras secas la harina saca la manteca de cerdo de la nevera para que después no esté tan fría.
- Cuando se haya enfriado la harina añade al bol la canela, el azúcar glas, la ralladura de naranja y las semillas de sésamo y mézclalos.
- Incorpora la manteca de cerdo y mezcla bien todos los ingredientes. Para ello puedes ayudarte de unas varillas o de una lengua de cocina, lo que te sea más cómodo.
- Por último añade el vino, amasa un poco con tus manos y hazla una bola.
- Si está muy blanda puedes dejarla 5 o 10 minutos en la nevera, pero si se mantiene firme puedes seguir trabajándola.
- Estírala con un rodillo sobre papel de horno. El grosor que deberás dejarle es de aproximadamente 1 centímetro, aunque esto ya va en gustos.
- Corta los roscos con un cortapastas redondo y de la medida que prefieras. Para quitarle el centro suelo utilizar un descorazonador de manzanas que tiene la medida ideal, aunque puedes utilizar cualquier otra cosa que tengas a mano.
- Ve colocando los roscos sobre papel de horno o un tapete antiadherente.
- La masa que te haya quedado entre cada círculo y los centros vuelve a amasarla, aplanarla y saca más roscos hasta que se acabe.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador), y cuando llegue a esa temperatura introduce el tapete o papel sobre una rejilla de horno en el horno a media altura.
- Hornéalos 10-15 minutos o hasta que veas que están ligeramente dorados por encima. Sácalos del horno y no los toques hasta que se enfríen, son muy frágiles.
- Cuando estén totalmente fríos ponlos en una bolsa junto con abundante azúcar glas. Cierra la bolsa con un poco de aire y, con cuidado, muévelos para que se vayan impregnando con el azúcar glas y queden prácticamente cubiertos.
Tiempo: 1 hora
Sirve y degusta
Una vez que ya están fríos y rebozados de azúcar ya se pueden comer, y aunque recién hechos están riquísimos es uno de esos dulces que se mantiene fenomenal con el paso de los días e incluso diría que su sabor se va potenciando. Consérvalos en un recipiente cerrado y aguantarán mucho tiempo, no sabría decir exactamente cuanto pero en ocasiones han durado casi un mes (no más porque nos los hemos comido) ya que los suelo preparar con bastante antelación para Navidad.
A mi me gusta especialmente que se note el sabor del vino, por lo que muchas veces utilizo Pedro Ximénez ya que su sabor a pasas le queda genial a este tipo de dulces, y por supuesto las semillas de sésamo que no falten ya que aportan un toque crujiente y un sabor tostado delicioso. Estos roscos de vino están de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Puedes ponerles o no canela, echarles o no sésamo o incluso utilizar otras semillas, o utilizar distintos tipos de vinos e incluso licores.
También puedes sustituir una pequeña parte de la harina, por ejemplo 50 o 100 g, por frutos secos triturados (deberán estar con aspecto casi de harina), como por ejemplo almendras, avellanas o nueces.
Si tienes cortadores con formas no dudes en utilizarlos, por ejemplo para hacer estrellas, corazones, triángulos o lo que se te ocurra 😉
Consejos
Si necesitas elaborar esta receta de forma exprés puedes no secar la harina, pero la textura final será menos fina y un poco más apelmazada.
Ya que aguantan semanas e incluso meses si los mantienes en un recipiente cerrado, te animo a que los prepares con antelación a la Navidad para ir sin prisas y tenerlos listos para esos días. De sabor y textura seguirán estando riquísimos y, si vas a preparar una gran cantidad, puedes elaborar 2 o 3 masas diferentes cambiando en cada una alguna cosa: diferente vino, otras semillas o sustituir parte de la harina por frutos secos.