Sardinas al horno, muy fáciles y con trucos contra el olor
Ingredientes para 4 personas
- 1 kg de sardinas frescas, o bien calcula la cantidad de sardinas que quieres por persona. Lo ideal es consumirlas cuando están en temporada, de mayo a octubre, y que tengan buen aspecto: brillantes, con los ojos no amarillentos y que al cogerlas estén bien firmes, que no se doble su cuerpo.
- Sal gruesa para hornear.
Esta receta es muy fácil de preparar y además conocerás dos trucos para evitar el olor en la cocina. De esta forma eso no te quitará las ganas de preparar esta delicia, sobre todo cuando las sardinas están en temporada que suele ser de mayo a octubre. Lo mejor de todo es que no hace falta hacerle nada a las sardinas más que lavarlas con agua y quedan jugosas y muy sabrosas.
Cómo hacer la receta de sardinas al horno
- A las sardinas no hace falta abrirlas ni retirarles las tripas, de hecho así es como más jugosas quedan.
- Precalienta el horno a 220ºC con calor arriba y abajo solamente, sin ventilador.
- Prepara una bandeja de horno en la que quepan las sardinas sin estar unas encima de otras (la que yo he utilizado ha sido para 500 g de sardinas).
- Cúbrela con papel de horno y esparce una capa de sal para hornear de manera que cubra el fondo. Esto tiene una doble finalidad ya que por un lado ayuda a salar las sardinas y por otro lado evita en gran parte los desagradables olores que se forman en la cocina ya que la sal va recogiendo los jugos.
- Ve colocando encima las sardinas, juntas unas a otras pero sin que estén unas encima de otras. Si tienes que cubrir las colas como he hecho yo no pasa nada.
- Echa una pequeña capa por encima de sal para hornear. En la siguiente fotografía verás que le he echado esa capa a las sardinas de la derecha y aún me quedan las de la izquierda.
- Introduce la bandeja en el horno a altura media y hornéalas entre 15 y 20 minutos. Este tiempo es muy variable y solo a modo orientativo ya que influye la temperatura real del horno (no todos los hornos marcan la temperatura a la que están horneando realmente) y también el tamaño de las sardinas.
- Para asegurarte, cuando lleven 15 minutos saca una y comprueba si la piel se desprende fácilmente (el hecho de que las sardinas sean muy frescas favorece que la piel se desprenda) y el interior está jugoso aunque sin partes crudas. En función de cómo esté, decide si las sacas ya o las dejas unos minutos más.
- Y aquí viene el segundo truco contra el olor, y consiste en tener preparada una fuente de horno pequeña con agua caliente (yo suelo hervirla con el hervidor unos minutos antes de que estén las sardinas) y limón (ya sea en rodajas o incluso cáscaras que tengas de haberlo exprimido ese día) o vinagre.
- Cuando saques las sardinas del horno introduce la bandeja con el agua y el limón o el vinagre y mantén el horno encendido 5 minutos más. De esta forma el vapor generado ayudará a limpiar el horno y librarnos rápidamente de esos olores. A mi este truco me funciona fenomenal 😉
Videorreceta de las sardinas al horno
Tiempo: 30 minutos
Sirve y degusta
Las sardinas al horno deben ir directas de la cocina a la mesa ya que se suelen enfriar con rapidez, aunque también es cierto que si las sirves directamente en la fuente de horno y las vais cogiendo una a una conforme las vais comiendo, la fuente y la sal mantienen bastante bien el calor.
Te recomiendo retirar en gran parte la sal que puedan llevar pegadas las sardinas para no comerlas con un exceso. Para comerlas suelo retirar la cola y la cabeza, las abro por la mitad, retiro la espina central y las tripas (no te preocupes, al haberlas cocinado simplemente se retiran pero no tienen un aspecto asqueroso) y me como la carne con la piel, que está riquísima. Disfruta de su genial textura y sabor, están de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Esta es la receta más básica y personalmente la que más me gusta porque me recuerda (guardando las distancias) a los famosos espetos malagueños que consisten en las sardinas ensartadas en una caña y asadas a la lumbre, con sal y nada más.
Si quieres darles un plus de sabor siempre puedes añadir un poco de limón o una picada de perejil y ajos, ya sea antes del horneado o después. También un poco de guindilla picada para conseguir un punto picante no les va nada mal.
Consejos
Vigila las sardinas mientras las horneas, sobre todo en los minutos finales. Yo suelo sacarlas del horno cuando veo que está empezando a dorarse la piel, aunque lo mejor que puedes hacer es sacar una cuando lleven 15 minutos y ver si está ya a tu gusto.
Si te sobran sardinas no pasa nada, puedes guardarlas en la nevera cubiertas con aceite de oliva virgen extra en un recipiente cerrado durante 2-3 días y después comerlas tal cual, frías o a temperatura ambiente, acompañando ensaladas, platos de pasta, canapés, tapas y aperitivos… como prefieras, se trata de darles el mismo uso que si las compraras en conserva.