Tarta de queso fría y sin horno con Thermomix, ¡súper sabrosa y rápida!
Ingredientes para un molde de 20 o 23 cm de diámetro
- Para la base:
- 250 g de galletas tipo María o las que más te gusten.
- 100 g de mantequilla.
- Para el relleno:
- 300 ml de nata líquida para montar.
- 1 sobre de cuajada en polvo.
- 130 ml de leche.
- 80 g de azúcar blanco.
- 500 g de queso crema.
- Para la cobertura de arándanos:
- 150 g de arándanos.
- 40 g de azúcar.
- 100 ml de agua.
- 10 g de maicena o harina fina de maíz.
Esta tarta es muy rápida de preparar y además queda de lo más sabrosa, con ese sabor a queso que se debe notar en toda tarta de queso (parecerá una tontería pero pocas veces se cumple) y una textura cremosa deliciosa. Fundamental que la base de galletas quede ligera y la cobertura resulte fina sin ser la protagonista y con esta receta lo vas a conseguir. Además, ¿por qué utilizar el mínimo azúcar posible? Porque no hay nada más horrible que una tarta de queso que no sabe a queso y va cargadísima de azúcar. Utiliza un buen queso crema y olvídate de utilizar grandes cantidades de azúcar.
Preparación, cómo hacer la receta de tarta de queso fría y sin horno con Thermomix
- Empezamos preparando la base. Pon las galletas en la Thermomix y tritúralas durante 5 segundos a velocidad 7.
- Echa la mantequilla en trozos y vuelve a triturar durante 5 segundos a velocidad 5.
- Vierte la mezcla de galletas y mantequilla en el molde que vayas a utilizar y ve presionando con una cuchara para que la base quede compacta y lisa. Mete el molde a la nevera mientras preparas el relleno de la tarta para que se enfríe.
- Ahora vamos con el relleno de queso. Enjuaga un poco el vaos y pon en su interior la nata, la leche, la cuajada, el azúcar blanco y el queso crema, y cocínalo durante 8 minutos a 90ºC y velocidad 4.
- Nada más terminar, viértelo sobre la base en el molde y déjalo fuera de la nevera hasta que se enfríe. Después, ponlo en la nevera durante al menos 4 horas para que cuaje perfectamente.
- Vamos ahora con la cobertura de arándanos. Enjuaga un poco el vaso o friégalo si tiene muchos restos y echa en él el agua y la maicena, y mezcla durante 10 segundos a velocidad 3.
- Añade los arándanos y el azúcar y cocina durante 5 minutos a 95ºC y velocidad 1. Ponla ahora en un recipiente aparte para que se enfríe durante unos pocos minutos (apenas 5, sin que pase a estar sólida), y puedes verterla sobre la tarta (si ya la mueves y ves que está cuajada) con cuidado para que no se rompa la superficie, o bien reservarla en la nevera para servirla al final e incluso que cada comensal se ponga la cantidad que quiera.
- Después del reposo en nevera, desmolda la tarta y sírvela. Si la cobertura de arándanos la has reservado para echársela al final y se ha solidificado, siempre puedes calentarla unos segundos en el microondas para que vuelva a estar más líquida.
Tiempo: 20 minutos más al menos 4 horas de reposo
Sirve y degusta
Si te apetece tomarla fría puedes sacarla de la nevera y que tal cual vaya a la mesa, pero si la prefieres más a temperatura ambiente puedes sacarla de la nevera 30 minutos antes de consumirla. Se conserva perfectamente en la nevera durante 3-4 días (para mi cuando más rica está es hacia el segundo y tercer día, con los sabores más asentados), aunque no se si te durará tanto…
Es una tarta de queso muy especial ya que conserva un buen sabor a queso, como debe ser (de ahí que sea mi preferida de las frías), sin ningún tipo de exceso de azúcar y además con una textura cremosa, alejada de las típicas tartas pasadas de gelatina que están un poco duras. Además, el contrapunto se lo da la base de galletas y el puntito dulce y ácido de la cobertura de arándanos. Es una combinación de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Existen una gran cantidad de versiones de la tarta de queso fría, puedes utilizar las galletas que prefieras para la base (incluso Oreo o galletas con chocolate!), y la cobertura la puedes preparar de cualquier fruto rojo que te guste: fresas, moras, frambuesas, grosellas…
Consejos
Si has optado por servir la cobertura de arándanos al final y está cuajada (es normal), puedes calentarla unos pocos segundos en el microondas para que vuelva a estar un poco más líquida, e incluso si la quieres más líquida aún puedes ponerle una cucharada sopera de agua y calentarl a continuación.