Tarta de queso Philadelphia con horno y base de galleta
Ingredientes para un molde de 20 cm
- 600 g de queso crema.
- 5 huevos M.
- 250 g de nata líquida para montar (mínimo 35% materia grasa). Debe estar bien fría, recién sacada de la nevera.
- 150 g de azúcar blanco.
- 1 cucharada sopera rasa de harina de trigo o de maicena.
- Para la base de galleta:
- 160 g de galletas tipo María.
- 70 g de mantequilla sin sal.
Disfruta preparando esta tarta, ¡queda exquisita! Elaborada con uno de los quesos crema más famosos (aunque puedes utilizar el que más te guste), queda esponjosa, con una base de galleta crujiente y con sabor a queso, como debe ser, sin un excesivo toque dulce. Es muy fácil de preparar y es ideal para triunfar con la familia o los amigos, el perfecto colofón a una comida o cena especial.
Cómo hacer la receta de tarta de queso Philadelphia con horno y base de galleta
- Empezamos preparando la base de la tarta. Para ello tritura las galletas de la forma que te sea más cómoda, ya sea utilizando una batidora de vaso como yo o un robot, una picadora, un mortero, presionándolas con un vaso sobre un plato o metiéndolas en una bolsa de plástico y pasándoles el rodillo por encima.
- Para la mantequilla si utilizas una batidora, picadora o robot simplemente añade la mantequilla a las galletas y vuelve a triturar hasta que quede totalmente mezclada. En cambio si utilizas otro método pon la mantequilla en un bol amplio y derrítela introduciendo el bol durante unos segundos en el microondas hasta que veas que está fundida y añádela a las galletas, mezclando bien.
- Forra la base del molde que vayas a utilizar con papel de horno y unta mantequilla por las paredes del mismo con ayuda de una brocha de cocina. A mi como además me ha sobrado un poco de mantequilla también he untado la base con ella pero si utilizas papel de horno no es necesario.
- Vierte la mezcla de galletas y mantequilla en el molde desmontable y ve presionando con una cuchara para que la base quede compacta y lisa. Mete el molde en la nevera (o mejor aún en el congelador si tienes hueco) para que se enfríe bien mientras preparas el relleno de queso de la tarta.
- Ahora es el momento de precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador).
- Para preparar la mezcla puedes utilizar varillas manuales, varillas eléctricas o un robot amasador. Esta última opción es la que yo he elegido porque tengo el robot y es muy cómoda pero sale igual de bien con el resto de herramientas. Hay que intentar no introducir aire en la mezcla por lo que el batido no debe ser muy exagerado sino simplemente para mezclar los ingredientes.
- Empieza batiendo el queso crema con el azúcar hasta que no haya grumos y el aspecto sea de una crema homogénea, apenas tardará 2-3 minutos.
- Ve cascando los huevos y añadiéndolos de uno en uno: cuando un huevo ya se haya integrado en la mezcla, añade el siguiente.
- Incorpora la harina y mezcla de nuevo hasta verla desaparecer.
- Por último echa la nata y mezcla bien hasta que el resultado sea totalmente homogéneo.
- Saca el molde de la nevera o del congelador, vierte la mezcla de queso en él e introdúcelo en el horno a altura media.
- Hornea la tarta de queso unos 40 minutos. Ya sabes que cada horno es un mundo y además habrá quien la prefiera más bien cremosa o quien la quiera totalmente cuajada así que te invito a experimentar hasta dar con el punto que más te gusta. Además a partir de que lleve 30 minutos vigílala y si se está dorando mucho por encima cúbrela con papel de aluminio y sigue horneándola.
- Cuando esté lista abre un poco la puerta del horno y deja que se enfríe lentamente 4-5 horas.
- Cuando esté a temperatura ambiente mete la tarta de queso Philadelphia en la nevera y déjala reposar de un día para otro.
Tiempo: 1 hora y 15 minutos más reposo de un día para otro
Sirve y degusta
Recuerda sacar la tarta de la nevera al menos 1 hora antes de comerla para que no esté demasiado fría y puedas apreciar bien su sabor. Mantenla en la nevera hasta 3-4 días en un recipiente cerrado, verás cómo con el paso de los días (si es que no os la termináis enseguida) estará aún más sabrosa, personalmente a partir del segundo día es cuando más rica la encuentro.
Es una exquisita tarta de queso, con sabor a queso (como debe ser) y sin exceso de azúcar, con una textura esponjosa y fina como pocas. Como colofón la base de galletas y mantequilla le queda de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
Esta tarta puedes prepararla tal cual pero sin la base de galleta. También puedes utilizar otras galletas, por ejemplo Oreo o Lotus le quedarían fenomenal.
Si quieres darle más personalidad aún a esta tarta puedes añadir un poco de otro tipo de queso, por ejemplo parmesano, rulo de cabra o algún queso azul. Puedes empezar por 30-50 g por ejemplo e ir experimentando cual es el punto que más te gusta.
Consejos
Es importante que al mezcla la masa no la batas en exceso o le introduzcas aire para que después se cuaje perfectamente y quede sin burbujas en su interior.
El horno influye mucho en el resultado final y dependiendo de tus gustos es posible que te guste con más o menos tiempo de horneado e incluso horneada a más o menos temperatura. Te invito a investigarlo en casa, prepararla cada vez con un horneado distinto e ir comparando resultados.