Tortilla de bacalao acompañada de gildas, receta vasca
La versatilidad de utilizar huevos en la cocina no tiene fin. Puedes prepararlo cocido, abierto en agua, a la plancha, frito, revuelto, y por supuesto en tortilla, que nos encanta. Además es un ingrediente que se incorpora en una gran cantidad de recetas saladas pero sobre todo dulces, siendo uno de los grandes protagonistas de la repostería.
Esta tortilla de bacalao es una receta típicamente vasca, que se elabora con un sofrito de cebolla, pimientos verdes y bacalao, y que se cuaja al gusto de cada uno. A nosotros nos gusta que el huevo quede perfectamente cuajado, pero sin perder jugosidad, por lo que os vamos a contar cómo la preparamos.
La verdad es que siempre nos da un poco de miedo hacerla por aquello de darle la vuelta, ya que son muchas las anécdotas que más de uno tiene con esta técnica, sobre todo por haber hecho tortilla en el suelo en el momento menos esperado y cuando prácticamente la tienes lista. Tranquilos, con un poco de maña y adecuadas herramientas (básicamente, una sartén antiadherente y una tapadera o plato de su tamaño) seguro que no fallas.
Hemos aprovechado para acompañar este plato vasco con gildas, esas banderillas compuestas por olivas verdes, anchoas y guindillas, todo un clásico en la zona, y la verdad es que le va que ni pintado con esa mezcla de salado y picante. Además la receta la tuvimos lista enseguida porque utilizamos un preparado de bacalao listo para hacer tortilla, con su cebollita y su pimiento incluidos.
Queremos agradecer a la tienda online de productos gourmet Petra Mora que nos enviara el pack que podéis ver aquí abajo, en el que se encontraba este preparado y también las gildas, además de otros productos que estamos deseando probar. Del preparado, destaco que tanto la cebolla como el pimiento estaban perfectamente pochados, y el bacalao muy sabroso, ¡todo un acierto!
Ingredientes para 4 personas
- 4 huevos.
- Aceite de oliva y sal.
- Gildas, 2 por persona.
- 300 g de preparado de bacalao para hacer tortilla, o los siguientes ingredientes:
- 1 pimiento verde.
- 1 cebolla.
- 200 g de bacalao desalado.
Cómo preparar tortilla de bacalao acompañada de gildas
- Si tienes ya listo el preparado de bacalao, ponlo en una sartén antiadherente a fuego medio y pasa al paso 2, y si no, sigue leyendo.
- Pela la cebolla y córtala en juliana finita. Lava el pimiento y córtalo también en juliana.
- En una sartén antiadherente con un par de cucharadas de aceite y a fuego medio, incorpora la cebolla y el pimiento, y deja que se pochen durante unos 10 minutos, hasta que empiecen a dorarse.
- Mientras, desmiga el bacalao, y cuando las verduras estén listas, incorpóralo a la sartén y revuélvelo todo. Deja que se cocinen 3-4 minutos.
- Bate los huevos enérgicamente en un bol con un poquito de sal, y cuando tengas listos el resto de ingredientes vierte encima los huevos.
- Ahora cuájala como más te guste, como una tortilla francesa o bien española, como hemos hecho nosotros. Mantén el fuego medio-bajo, y cuando notes que se ha cuajado por abajo (puedes comprobarlo moviendo un poco la sartén y viendo que todo va junto en un bloque unido y despegado de la sartén), entonces es cuando debes darle la vuelta.
- Coge una tapadera o plato de mayor tamaño que la sartén, cúbrela y ahora vuelca todo el contenido de la sartén en el plato o tapadera, de forma que ahora puedas ver la parte cuajada de la tortilla por arriba. Con cuidado, escurre la tortilla de nuevo del plato a la sartén para que se cuaje por ese lado.
- Ahora el punto lo decides tú. Si prefieres que la tortilla quede un poco líquida por dentro, pon el fuego un poco más fuerte (solo un poco) para que se cuaje rápidamente por fuera, y apártala a un plato. Si te gusta más que quede cuajada por dentro, mantén el fuego muy suave para que no se queme por fuera, pero que el interior se cuaje perfectamente. Podrás hacer la prueba con un palillo, introduciéndolo para comprobar cuanto de líquido está el interior. ¡Y lista!
Tiempo: 30 minutos
Sirve y degusta
Las tortillas están listas para consumir en el momento, recién calentitas. Sin embargo, somos muchos los fans de las tortillas frías, esas tortillas que has hecho unas horas antes o incluso la noche anterior, que han reposado suficientemente, y que se mantienen a temperatura ambiente deliciosas y cuajadas. ¡Un espectáculo!
Sírvela junto con las gildas, bien al centro o directamente en los platos de los comensales, y degústalas a la vez que la tortilla, ¡menuda combinación! Y por supuesto, que no falten unas buenas rebanadas de pan 😉
Variaciones
Siendo ésta una receta clásica, apenas admite variaciones. Sin embargo, puedes añadir a la vez que la cebolla un ajito picado para realzar aún más los sabores, o incluyendo alguna hierba como el perejil, e incluso especias, como pimentón dulce o comino, estará especial.
Consejos
La clave para hacer la tortilla es el control de la temperatura del fuego. Para no equivocarte, lo mejor es que lo mantengas medio-suave para que se cuaje poco a poco y, sobre todo, que no se te queme, ya que es lo único que no podrás arreglar.
Quítate el miedo a darle la vuelta a la tortilla! Con una tapadera firme o un plato, siempre mayores que la sartén utilizada (este suele ser el problema habitual porque utilizar un plato más pequeño es un desastre), no tendrás ningún problema para darle la vuelta y cuajarla perfectamente por los dos lados.