Tronco de Navidad de chocolate y turrón, un postre navideño delicioso
Ingredientes para un molde rectangular de 25×35 cm
- Para el relleno de turrón blanco y queso:
- 250 g de turrón blando.
- 200 ml de nata líquida para montar.
- 200 g de queso mascarpone.
- 2 hojas de gelatina.
- Para la cobertura de chocolate:
- 150 ml de nata líquida para montar.
- 200 g de chocolate negro para postres.
- 35 g de mantequilla.
- Para el bizcocho genovés:
- 4 huevos M.
- 100 g de harina de trigo.
- 100 g de azúcar.
- Una pizca de sal.
- Para decorar, unas grosellas frescas y un poco de azúcar glas.
Es un postre navideño delicioso y cargado de sabor, con una presentación muy especial ya que intenta parecer un tronco natural. Se trata de un bizcocho genovés cocinado en una plancha fina que se rellena con una crema de turrón blando y queso mascarpone que queda sabrosa, cremosa y riquísima. Por fuera lleva una cobertura de chocolate para imitar la corteza de la madera y la decoración es sencilla, unas grosellas y un poco de azúcar glas y no necesita nada más.
Si sigues la receta paso a paso te quedará como en las fotos y comprobarás que no es difícil aunque sí laborioso porque hay que realizar varias elaboraciones. Mi recomendación es que empieces el día anterior a preparar tanto el relleno como el bizcocho, lo rellenes y al día siguiente sigas con el montaje y la cobertura de chocolate.
Cómo hacer tronco de Navidad de chocolate y turrón
- Empezamos preparando la crema de turrón del relleno. Pon en un bol las hojas de gelatina con agua fría, en apenas 5 minutos estarán hidratadas.
- Pon en un cazo la nata junto con el turrón blando en trozos y a fuego medio espera hasta que la nata hierva y mezcla para que el turrón se deshaga.
- Baja el fuego para que esté suave, añade el queso mascarpone y mezcla hasta que el aspecto sea homogéneo.
- Escurre la gelatina con tu propia mano, añádela al cazo y mezcla durante unos segundos.
- Pasa la crema a un bol y tápala con papel film de forma que quede totalmente pegado a la superficie para que no tenga costra por encima. Espera un poco a que se enfríe y después déjala en la nevera al menos 2 horas para que se enfríe bien.
- Empezamos con el bizcocho genovés. Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
- Casca los huevos y échalos en un bol junto con el azúcar y bátelos enérgicamente con unas varillas manuales o, mejor aún, con unas varillas eléctricas. Estará lista la mezcla cuando el azúcar ya no se note y se haya integrado con los huevos, además habrá doblado su volumen y estará esponjosa y blanquecina.
- Ahora coloca un colador justo encima del bol y ve añadiendo la harina de forma que pase por el colador. A este proceso se le llama tamizado y permite que estos ingredientes secos se añadan a la mezcla sin grumos ni apelmazamientos, viene genial para que todo se mezcle bien.
- Termina de mezclar pero ahora con una lengua de cocina, realizando movimientos suaves para que la mezcla no pierda aire ni textura pero que la harina se integre completamente.
- En una bandeja de horno de medidas aproximadas 25×35 cm (mi molde por ejemplo es de 26×38) extiende papel de horno por encima, ajustándolo bien en las esquinas haciendo dobleces para que tome la forma del molde.
- Vierte la masa en el molde, procura que se extienda de manera uniforme por toda la superficie y que quede liso (puedes ayudarte con la lengua de cocina).
- Introduce el molde sobre una rejilla en el horno a altura media y hornéalo unos 12 minutos o hasta que se se dore ligeramente la superficie del bizcocho.
- Saca el molde del horno, pon más papel de horno sobre la encimera y vuelca con cuidado el bizcocho.
- Retírale el papel con el que se ha horneado.
- Ahora enróllalo con cuidado sobre sí mismo con el nuevo papel para que vaya cogiendo la forma. Lo ideal es hacerlo nada más salga del horno y aún caliente. Déjalo reposar unos 30 minutos o hasta que se enfríe por completo.
- Ahora vamos con la cobertura de chocolate. Pon en un cazo la nata a fuego medio y cuando hierva aparta el cazo del fuego, añade la mantequilla y el chocolate en trocitos y mueve con una lengua de cocina para ayudar a que se derrita por completo.
- Pon la mezcla en un bol y, al igual que con el relleno, cúbrela con papel film pegado. Déjala reposar a temperatura ambiente durante 1 hora mientras terminamos de rellenar y reposar el bizcocho.
- Saca la crema de turrón de la nevera y con unas varillas (mejor si son eléctricas) bátela hasta que la mezcla se blanquee un poco y quede esponjosa.
- Desenrolla el bizcocho y extiende la crema de turrón por encima pero sin llegar a cubrir el borde hacia el que enrollaremos.
- Vuelve a enrollarlo, cúbrelo con el papel de horno y guárdalo en la nevera 1 hora.
- Saca el bizcocho relleno de la nevera, vamos a montar el tronco de Navidad.
- Elige la tabla, bandeja o plato en la que vayas a servirlo y coloca encima dos trozos de papel de horno de forma que, cuando lo tengamos decorado, podamos sacarlos uno por cada lado y llevarnos los restos de chocolate.
- Córtalo como ves en la fotografía: de un extremo una rodaja gruesa y del otro extremo una rodaja muy fina solamente para que quede un corte recto y después una rodaja gruesa con un corte en diagonal. Esa rodaja fina podemos comérnosla ya mismo para probarlo 😛
- Coloca el tronco central sobre el papel y empieza a pintarlo con la cobertura de chocolate que habíamos preparado. Si se ha solidificado demasiado puedes darle unos segundos en el microondas aunque procurando que no se derrita en exceso y sobre todo que no se caliente.
- Extiende una capa por encima de todo el bizcocho con el reverso de una cuchara sopera, eso te va a ayudar a ir dejándole la textura rústica que buscamos.
- Coloca la rodaja gruesa que habíamos cortado en un lateral y la rodaja de diagonal encima y píntalas con chocolate de forma que queden unidas al tronco central. Recuerda no cubrir los extremos para que se vea el interior.
- Ahora retira el papel de horno de ambos extremos para que el tronco de Navidad quede sobre la bandeja o plato en el que lo vas a servir y decóralo con unas grosellas y crea el efecto de la nieve poniendo azúcar glas en un colador y muévelo encima del tronco para que vaya cayendo.
Tiempo: 2 horas más reposos
Sirve y degusta
Diría que la «peor parte» es la que toca ahora porque da mucha pena cortarlo, pero si, hay que hacerlo. Córtalo en rodajas y sírvelo en los platos de los comensales junto con algunas grosellas. Si te sobra guárdalo en un recipiente cerrado en la nevera hasta 3-4 días y acuérdate de sacarlo de la nevera al menos 30 minutos antes de comerlo para que no esté frío.
El relleno de turrón queda cremoso, el bizcocho esponjoso y la cobertura de chocolate es el colofón a este fantástico bocado que reúne tan ricos sabores. Además es impactante a la vista ya que parece un auténtico tronco, sin duda un postre navideño de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones
La principal variación que podemos hacer es cambiar el relleno. Hay quien simplemente lo rellena con nata montada, o con trufa (que es nata montada con chocolate), con mezclas de queso y chocolate o incluso con este relleno de turrón blando pero parte del turrón no lo derriten y simplemente lo añaden en trocitos cuando el resto de la mezcla ya no está caliente.
En cuanto al bizcocho, para darle un aroma diferente puedes sustituir parte del azúcar por azúcar avainillado (por ejemplo una cucharada sopera), echarle canela o cardamomo molido, ralladura de naranja o de limón, un toque de licor… a tu gusto.
Consejos
Monta bien los huevos con el azúcar al preparar el bizcocho para asegurarte de que la masa quede esponjosa y después se le pueda dar forma de manera sencilla. Al sacarlo del horno realiza el proceso de enrollado sin esperar demasiado para que aún esté caliente y sea más sencillo que coja la forma.